Santos que
hablan: Yeguá, Obatalá, Oddúa, Ochún.
Refranes: “Las
palabras se las lleva el viento”, “Respeto engendra respeto”, “El río abre el
cauce y este esclaviza al río”
Nació Yeguá.
Nació el miedo.
Nació la jalea
real, la pomarrosa, la puesta del sol, la cascarilla.
La persona
tiene que hacer santo.
Dele gracias
todos los días a Yeguá y a Oddúa.
Las botellas
vacías póngalas boca abajo.
Debe usar el
iddé de Orula.
Por momento la
persona se vuelve apática en sus cosas.
Se le pueden
aflojar las piernas.
Se puede
padecer del corazón y de la presión alta.
No hable sus
cosas.
No se acueste
enseguida que termine de comer.
No deje la losa
sucia de un día para otro.
Vístase de
blanco lo más que pueda.
Use collar de
Obatalá.
Hay habladurías
a su espalda.
Señala
proximidad de matrimonio.
La sangre le
sube a la cabeza a la persona.
Báñese con
azucena.
No oiga
chismes.
La persona lucha
buscando lo imposible.
Báñese con
platanillo de cuba, con morulo, con cedro o pomarrosa.
Use mucha
cascarilla en la entrada de su casa, en los rincones; y lleve usted cascarilla
encima.
Hay un palero
que le hace brujería.
Ponga una
cadena de hierra en la puerta de su casa para que todo el que entre la pise y
se desbaraten las brujerías que puedan traer para su casa.
Mucho cuidado
lo que usted construya no sea su esclavitud.
Ponga una
bandera blanca en la puerta de su casa y una cruz de cedro detrás de la puerta.
Según la
persona se cuide así vivirá.
Límpiese con
una paloma y échela a volar.
Aquí nació el
rejuvenecimiento de las personas.
Reciba Oddúa y
Yeguá.
Eche harina y
quimbombó en la puerta de su casa para que Ikú no pueda entrar, y si entra
resbale y caiga.
No sea
caprichoso.
No puede
ingerir ningún tipo de bebidas alcohólicas.
No se ponga
ropa negra.
Sus enemigos
quieren destruirlo.
No se desee la
muerte.
Historia donde
Elleunle le pidió a Olofin que le procurara un sol, una luna y estrellas para
esclarecer el mundo. Olofin le dijo que sí y le encomendó esta tarea a Eleguá.
Entonces Eleguá reunió todas las aves y animales del mundo para con su sangre
poder llevar a cabo el trabajo que Olofin le encomendó. Eleguá le llevó un poco
de sangre en unas jarras a Olofin como testimonio de lo que había hecho. Olofin
tomó estas jarras en sus manos, se dirigió a los santos y dijo: Cada uno de
ustedes tomará de esta sangre para resolver los problemas de los humanos en la
tierra. Desde entonces, todos los Orishas comen eyebbale.
Historia donde
Orula tenía un ahijado predilecto llamado Omolú que era Rey de la tierra Adifá.
Este tenía un hijo llamado Addelé y su padre lo había encargado de ser el
intermediario de todos los santos ante él, pues Omolú se encontraba muy ocupado
con las tareas de Ifá. Viéndose Addelé con tanto poder se creyó mayor que su
padre Omolú, llegando a conspirar en su contra, donde preparó secretamente un
ejército para destronarlo. Al enterarse Orula, corrió a esa tierra y les habló
a todos los santos exigiendo respeto y cariño para Omolú, donde lo aclamaron
como Rey absoluto de la tierra Adifá. Orula le dijo a Addelé que seguiría
siendo el encargado de expresar el deseo de los santos, pero con los caracoles,
nunca con los odduns de ifá. Y para evitar tragedias futuras, desterró para
siempre a Addelé del reino de Omolú
diciéndole que ninguno de sus hermanos lo volverá a llamar para nada y que el
que así lo haga faltará a este juramento. Fue aquí donde se separaron Omolú y
Addelé, que aunque parientes, tienen diferentes nombres en el oráculo. Y por
eso, los awoses no tiran caracoles.