ELLEUNLE
NACE DE MELLOGUN
REFRAN: LA CABEZA ES LA QUE LLEVA
EL CUERPO.
OBBA CANEN GUECERIATE. UN SOLO
REY GOBIERNA UNPUEBLO.
SANTOS QUE HABLAN: OBATALA, Y
TODOS LOS SANTOS.
REZOS:
DEDELE LAOBOLE DEDELE LLABECHI
DEDELA LABERA TENTI ECO DEDILE INO LORICHA ABELLUN ENIGAN ABELLE ENEFE EBBI
TIBETIRE OKUELE BABULLI NUN BALE BABA ESONOCELE BABA ORO OTTE TEPELLA
JECUA OBATALA BABA MERIGUA BABA
BIRINIGUA MIGUALEN ; DICE OBATALA QUE LO QUE SE SABE NO SE PREGUNTA.
ELLUENLE ES CABEZA DE ODDUN, DICE
QUE ES HIJO DE OBATALA Y LE PROTEGEN TODOS LOS SANTOS.
Ud. es hijo de Obatalá. Quienes
la tratan no le dan el m‚rito que Ud. se merece, esto es por su culpa, por ser
demasiado noble.
Ud. ha tenido un sueño malo que
la tiene preocupada.
Ha pasado muchos trabajos y aún
le queda algo por pasar, pero al fin su camino se aclarar .
Si donde vive hay ratones no los
mate. No cuente sus sueños porque pierde la gracia. No coma maíz, y sobre todo
no coma frijoles blancos.
Aunque sea en la vejéz tiene que
hacer Santo. No coja lo que no es suyo, ni tampoco la mujer ajena. Todo lo suyo
le cuesta lágrimas y todo porque no cumple con su Angel de la Guardia. Ocúpese
de él y ver como adelanta.
Ud. padece de las piernas y le
dan calambres.
Tiene que vestirse de blanco e ir
al Santísimo. No puede coger mucho sol ni dejar que le caiga agua de lluvia
encima.
Ud. ha soñado con dos caminos
largos, y uno estaba sembrado de maíz, déle las gracias a Obatalá.
Respete a los mayores, sobre todo
los que pintan canas. No se burle de ellos para que pueda adelantar.
A Ud. se le olvidan sus sueños.
Tiene suerte para tener amistades.
Tiene familia en el exterior y va
a recibir noticias de ellos.
A veces Ud. se desea la muerte y
es porque es muy soberbio y no tiene tranquilidad. No tome bebidas blancas, ni
coma mondongo.
No coja nada que sea de muerto.
Ud. ve sombras y se asusta cuando las ve. Hay un difunto que le está pidiendo
algo, cumpla con ese muerto.
No coma boniato, ni nada que sea
de un día para el otro.
No amontone la basura en los
rincones. Ud. tiene desarreglos en sus costumbres. Ud. tiene buena cabeza para
hacer el bien, pero siempre le pagan con el mal.
Ud. tiene una guerra muy grande,
pero no lo van a vencer.
Ruéguese la cabeza. Ud. ha sido
una persona que se ha quitado lo suyo para dárselo a otros, esto lo ha hecho
hasta con sus enemigos, y todo el mundo ha hablado de Ud., y hasta de su honor.
Tiene muchas lenguas encima y
todo porque le tienen envidia.
Ud. no puede ir a ver enfermos.
No suba escaleras de caracol ni baje a sótanos. Cuando sienta que lo llamen, no
conteste sin saber antes quien es.
Su suerte es grande y sus sueños
son claros.
No tiene tranquilidad para
dormir. Le duele la vista o el vientre.
No ande con cenizas, ni se eche
perfume en la cabeza ni se haga nudos en el cuello. No se ponga ropas
remendadas, ni deje botellas destapadas en su casa. Tape todos los agujeros que
puedan haber en su casa.
Dice Babá que su suerte está así,
como en un punto de campo.
Ud. ha hecho algo que lo tiene
asustado y temeroso, y su susto se debe, o bien a que se ha apoderado de algo
que no le pertenece, o Ud. se ha robado la mujer de otro hombre. Vas a tener una
hija que ser Abicú, hija de Babá. Tienes que evitar hacer vida matrimonial,
porque tu salud no está nada buena y tienes varias mujeres.
Hay una persona grande que Ud. ha
estado porfiando con él, o luchando. Esa persona va a buscar cosas de muerto
para hacerle daño.
No salga a la calle hasta después
de 7 días.
Su mujer tiene que ser negra.
A la persona que le sale este
Oddún hay que untarle cascarilla en la frente. Su mujer es una sufrida.
HISTORIA DE ELLEUNLE
Había un rey muy orgulloso que no
permitía visitas de nadie, ni que nadie del pueblo se mezclara con sus
sirvientes. El rey tenía una hija que siempre estaba enferma y se había gastado
mucho dinero para curarla, ya que tenía encima un mal de ojos de la otra
encarnación. Un día el rey mandó a buscar a Orula para que mirara a su hija.
Orula se encontraba en lugar distante y le mandó a decir que fuera él a verlo,
pero como el rey era tan orgulloso no fue. Pasaron varios días y al ver que su
hija seguía mal, no tuvo más remedio que ir personalmente donde estaba Orula.
Pero cuando fue a entrar no se dio cuenta de que el techo era muy bajo y se le
caryó la corona, la que rodando por una escalera. El pueblo la escondió y el
rey tuvo que visitar personalmente a todos a pie para poderla recuperar. Cuando
la encontró se dio cuenta de que su orgullo no le valió de nada.